Una historia elástica y… fantástica!

Todo sobre nosotros

Todo comenzó con el látex: maleable, vibrante, impredecible. Y con un grupo de amigos, libres y audaces, que soñaban con hacer algo completamente nuevo con él.

Un encuentro

En los años 80, en plena efervescencia creativa, en la ENSCI, una prestigiosa escuela nacional de diseño, tres mentes brillantes – Catherine, Sigolène y Renaud – empiezan a crear joyas de látex: una colección de criaturas coloridas, piezas inusuales, un mundo de animales excéntricos y simpáticamente extravagantes. Se hacen llamar Braguette Magique, un nombre juguetón para una aventura... ¡definitivamente elástica! Léna, también estudiante en la ENSCI, queda fascinada por sus creaciones. Les habla a Jacques y organiza una reunión en un bistrot. Y allí, ¡la magia ocurre! De lo profundo de un bolso surgen pulseras con forma de erizo, elefantes rosas, ratones, gatos... un pequeño mundo colorido y fuera de lo común, listo para tomar vida a gran escala.

Del garaje a la vitrina: nace la aventura Pylones

El garaje de Jacques en Suresnes se convierte en un laboratorio de experimentación. Trabajar con látex no es fácil: hay que entenderlo, aprender a manejarlo, crear los moldes y experimentar con diversos pigmentos. El material es impredecible y a veces reacciona de formas inesperadas: las superficies se vuelven pegajosas, los colores inestables... pero, paso a paso, con más éxitos que fracasos, la producción comienza a tomar forma.  

Luego llega el gran salto. Las joyas salen del taller, se exhiben en vitrinas y despiertan curiosidad. Agnès b. inicialmente duda, pero al final se convence y hace su primer pedido... ¡pero solo de piezas en blanco y negro! Otra tienda de prêt-à-porter decide dedicar una vitrina completa a las joyas en el Boulevard Saint-Germain. Y así comienza el éxito. Los transeúntes se detienen, sonríen, tocan, prueban las pulseras, se encariñan con estas pequeñas criaturas y las adoptan. La Rue du Vieux Colombier se convierte en el punto de partida de una aventura única, que continúa en 1987 con la apertura de la primera boutique Pylones en la Île Saint-Louis, en el corazón de París. Lo que comenzó como un juego se transforma en una extraordinaria aventura. 

Desde París, los pedidos comienzan a enviarse por todo el mundo, las fotos del taller aparecen en revistas... ¡un pequeño ratón de látex ha dado inicio a una epopeya emocionante e inesperada! Así nace Pylones, con una idea clara: sorprender, encantar, divertir. Y demostrar que, con un poco de audacia, incluso el material más simple puede transformarse en la magia de un éxito inesperado.

Recuerdos una aventura que continúa

40 años después, hemos revisado nuestros archivos, revivido recuerdos y redescubierto verdaderos tesoros ocultos. El material está vivo, cambia, pero de manera increíble hemos encontrado piezas en perfecto estado, como suspendidas en el tiempo, listas para escribir un nuevo capítulo. Hoy te invitamos a redescubrir estas creaciones, testigos de una historia que sigue evolucionando. Un viaje a los orígenes de Pylones, allí donde todo comenzó. Nuestra técnica ha evolucionado, pero el objetivo sigue siendo el mismo: hacerte sonreír. Entonces, sumérgete con nosotros en el universo Pylones y regálate un fragmento de esta extraordinaria aventura.

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